El trayecto hacia el refugio Mama Simona implica aproximadamente dos kilómetros de senderismo que conduce a la cima de esta montaña, cuyas delicadas formas de mujeres se encuentran en una zona cercana al Santuario de Sacsayhuamán, a medio camino del distrito de Ccorca.
En la cosmovisión quechua, el término «Apu» se refiere al espíritu tutelar que reside en la cima de una montaña o nevado. En el Cusco, los dioses tutelares de la ciudad incluyen a Apu Salkantay, Apu Pachatusan, Apu Awsangati, Apu Wanakawri, Apu Senqa, y de manera destacada, Apu Mama Simona.
A diferencia de la mayoría de los apus que son masculinos, el Apu Mama Simona es una figura femenina que se encuentra al noroeste del Cusco, en una zona cercana al Santuario de Sacsayhuamán, posicionado entre las regiones de Killke y Piqchu. En otras palabras, el Apu Mama Simona se sitúa prácticamente a mitad de camino del distrito de Ccorca.
Por que se llama Mama Simona?
El origen del nombre «Mamá Simona» para un cerro y espíritu tutelar en el Cusco tiene dos versiones populares que podrían contener elementos de verdad. Según el Dr. Ángel Avendaño Farfán, escritor e investigador social, una versión sostiene que Simona era el nombre de una hacienda en la jurisdicción, cuyo dueño llevaba ese nombre. La otra versión sugiere que Simona era el nombre de una bruja conocida como «malera» que estableció su finca en esas tierras.
Respecto al nombre «Mamá Simona«, Avendaño Farfán ofrece una perspectiva intrigante. Dado que todos los apus son masculinos, surge en el imaginario colectivo la necesidad de incorporar un elemento femenino para equilibrar y generar identidad, según el estudioso cusqueño.
Mamá Simona se distingue de otros apus, ya que los cerros masculinos presentan picos y arbustos ásperos y rústicos, mientras que Mamá Simona exhibe líneas suaves similares al busto de una mujer.
En el Diccionario Enciclopédico del Qosqo, Avendaño Farfán explica que Apu es un espíritu tutelar que preside la vida de una comunidad o pueblo, habitando en los Waka alrededor de los Apu, junto a los Awkis, dioses menores en los cerros circundantes.
Para admirar de cerca al Apu Mama Simona, puedes ubicarte en la plaza principal o en el cruce de la Plaza del Cabildo y la calle Santa Teresa. Desde Sacsayhuamán, se puede acceder caminando, y a un buen ritmo, se llega en aproximadamente media hora.
Independientemente de la verdadera naturaleza de «Mamá Simona», su presencia resaltó recientemente en la ciudad cuando el cerro se cubrió de nieve después de 30 años sin experimentar una temporada de lluvias.
La conquista de Mama Simona por Qaranka fue emocionante.
Un hombre, cargando bolsas de joyas de oro y plata, guió al granjero hasta la cima del Apu Mama Simona, gritando entusiasmado: “¡Puriy! ¡Puriy! Chayarushan hwñan niamanchis simonaman” (¡Vamos! ¡Ya casi llegamos a Mama Simona!).
Al llegar, el hombre clamó: “Mamay Simona puncuta quichamuway nan chayaramuniña Apú Qarankay Kachamashan” (Apu Madre Simona, abre la puerta. Estoy aquí porque me envió Apu Qaranka). Una roca se movió en la cueva, y una luz brillante emergió, revelando a Mamá Simona.
«Hijo, ¿qué me has traído?»
«Estas bolsas llenas de plata y oro a cambio de tu corazón».
Mamá Simona lo dejó entrar, y mientras la roca volvía a su lugar, el granjero exclamó: “¡Mamá Simona!”. Ella apareció de nuevo y le preguntó: “¿Qué haces aquí? Pasa, por favor», y así lo hizo.
Dentro, el granjero vio montañas de joyas y objetos de oro y plata. Mamá Simona le preguntó qué necesitaba y él, entre sollozos, le contó su difícil situación económica. Mamá Simona le entregó dos cuernos de oro, amarillo y blanco, asegurándole que nunca más sufriría. Pero le advirtió que, si mentía, la roca no se movería, y él quedaría atrapado. Confiando en su honestidad, el hombre salió y regresó a casa con su esposa. Agradecidos, plantaron los cuernos y cosecharon más oro y plata. Así, el granjero y su esposa se hicieron millonarios.