El Camino Inca es considerado la mejor ruta de senderismo que conduce a Machu Picchu, y representa uno de los logros más sobresalientes de la época dorada de las culturas inca y preinca. Su mayor secreto sigue siendo la maravilla de Machu Picchu, cuya belleza y misterio atraen cada año a un creciente número de visitantes. Sin embargo, pocos se atreven a recorrer el antiguo Camino Inca, que forma parte de una vasta red de al menos 30.000 km de rutas construidas por los incas a lo largo del territorio que dominaban. Estas rutas son verdaderas obras de ingeniería, tan sólidas que extensos tramos se mantienen intactos tras siglos de abandono.
Uno de los trayectos más célebres de este sistema es precisamente el Camino Inca a Machu Picchu. Esta caminata inicia en el kilómetro 82, cerca de Ollantaytambo, en el valle de Urubamba, y atraviesa áreas de bosques pequeños, bambú, vegetación subtropical y paisajes de huertos silvestres.
En el trayecto, los caminantes atraviesan diversos sitios arqueológicos como Llaqtapata, Runkuraqay, Sayacmarca, Phuyupatamarca y Wiñay Wayna, así como áreas de campamento, túneles excavados en roca y senderos que recorren paisajes de gran belleza.
La travesía concluye al llegar a Inti Punku, la Puerta del Sol, que marca el final del Camino Inca y regala vistas únicas de la ciudadela inca. Es la ocasión perfecta para descubrir la llamada ciudad perdida de los incas recorriendo sus diversos circuitos y conociendo cada detalle de esta antigua ciudadela.
Conociendo el Camino Inca a Machu Picchu
La caminata por el Camino Inca comienza en el kilómetro 82 (Piscacucho). Para llegar allí, los viajeros suelen ser trasladados por su operador turístico en minibús a través de la carretera que conduce a Quillabamba. Desde el sector de Piri, la vía sigue paralela al río hasta llegar a un puente en el kilómetro 82.
Es posible salir muy temprano y alcanzar el punto de partida más rápido que viajando en tren. El equipo necesario para la ruta (alimentos, combustible y utensilios) llega también a este lugar, donde el personal de SERNANP pesa cada carga antes del inicio de la caminata. Cuando varios grupos coinciden en la misma fecha, resulta conveniente llegar con antelación.
Primeros Tramos: Huayllabamba y Llulluchayoc
Superado el kilómetro 82, el recorrido sigue en dirección a Huayllabamba, acompañando el curso del río Cusichaca, en un trayecto de aproximadamente tres horas. Una hora más adelante se encuentra Llulluchayoc, a 3200 metros, un área recomendada para acampar.
Más tarde, el camino continúa con un ascenso exigente de hora y media hasta alcanzar Llulluchapampa, una pradera perfecta para instalar campamento. Llegar hasta este lugar el primer día facilita el avance en la jornada siguiente, ya que el ascenso al primer paso, Warmiwañusca o Paso de la Mujer Muerta, a 4200 metros, demanda alrededor de dos horas y media y supone un esfuerzo considerable.
Hacia el Valle de Pacamayo
Desde la cima de Warmiwañusca, se inicia un descenso pronunciado hacia el valle de Pacamayo. Durante la temporada de lluvias, es fundamental extremar precauciones para evitar resbalones en los escalones de piedra. Junto a un arroyo, en la base del paso, existe un lugar propicio para acampar, ubicado a una hora y media del primer paso.
Actualmente, está prohibido acampar en Runkuracay, en la ruta hacia el segundo paso, que se encuentra a 3850 metros y supone una subida menos exigente. Cerca de la cumbre se aprecian vistas extraordinarias cuando el clima lo permite. Aproximadamente treinta minutos después de las ruinas incas de Sayacmarca, a 3500 metros, se halla un lugar adecuado para pasar la noche, una hora tras superar la segunda cima.
Hacia Phuyupatamarca y Wiñay Wayna
El camino prosigue con un ascenso suave de dos horas sobre piedra labrada, atravesando un túnel inca que conduce hasta el tercer paso. Desde allí, se obtiene una vista amplia de toda la cordillera de Vilcabamba.
Luego, se desciende hacia las ruinas de Phuyupatamarca, ubicadas a 3650 metros. Este sitio merece tiempo para ser explorado, y ofrece también la opción de acampar. Allí se encuentra un baño y una fuente de agua, aunque es necesario purificarla antes de consumirla.
A partir de Phuyupatamarca, se descienden escalinatas hacia las ruinas de Wiñay Wayna, a 2700 metros, desde donde se contemplan las terrazas despejadas de Intipata. Existe acceso, aunque el sendero puede resultar poco visible. A partir de Wiñay Wayna, no se encuentra agua ni áreas de campamento hasta llegar a Machu Picchu.
Llegada al Inti Punku y Machu Picchu
El tramo final del Camino Inca discurre mayormente llano a través de la selva, hasta una empinada escalinata que conduce al Inti Punku o Puerta del Sol, en un trayecto aproximado de dos horas. Desde este punto, se contempla una panorámica impresionante de Machu Picchu, especialmente al amanecer, cuando las nubes y la luz del sol alternan dejando ver, las ruinas. Desde Inti Punku, se sigue el camino hasta Aguas Calientes, donde los viajeros pueden descansar y recuperar energías antes de visitar la ciudadela.
Acceso a Machu Picchu
Al día siguiente, se inicia la subida hacia Machu Picchu. Existen dos opciones para alcanzar el sitio arqueológico: caminar por un sendero o utilizar el servicio de bus. Se recomienda llegar lo más temprano posible, preferiblemente antes de las 8:30 de la mañana, para disfrutar de las mejores vistas y menor afluencia de visitantes.
Disponibilidad del Camino Inca
El Camino Inca ofrece salidas todos los días del año. Durante la temporada alta (de junio a septiembre), es fundamental reservar con un plazo de 4 a 6 meses antes de la fecha elegida para asegurar un lugar. La única excepción es el mes de febrero, periodo en el que todas las rutas permanecen cerradas debido a labores de mantenimiento integral del sendero.
Las plazas para recorrer el Camino Inca están reguladas por el gobierno, por lo que su disponibilidad puede variar. En la actualidad, únicamente agencias autorizadas pueden gestionar las reservas, pues son las responsables de operar los servicios hacia Machu Picchu.
Otras excursiones de senderismo a Machu Picchu
La oferta de rutas de senderismo hacia Machu Picchu es variada y se adapta a diferentes intereses. Existen excursiones breves y dinámicas para quienes buscan experiencias más rápidas, así como la travesía completa que implica caminar por valles montañosos durante cinco días, explorar tradiciones locales y pasar noches bajo un cielo estrellado.
Mientras algunos visitantes viajan desde Cusco en tren hacia Aguas Calientes para acceder al sitio arqueológico, otros eligen la aventura del Camino Inca, un recorrido histórico que atraviesa el Valle Sagrado y fue diseñado hace siglos. Entre las alternativas al Camino Inca Clásico, se encuentran:
Camino Inca 2 Días
Este recorrido de dos días es una opción más corta del Camino Inca de 4 días, en donde esta travesía se extiende por paisajes extraordinarios de los Andes peruanos. Avanzarás y descubrirás los senderos que recorrieron los incas, hasta llegar a la ciudadela inca.
A lo largo de senderos que atraviesan llanuras cubiertas de niebla, accederás a tesoros arqueológicos como Wiñay Huayna. En el segundo día, recorrerás la ciudadela inca y conocerás de cerca sus plazas, terrazas, centros ceremonias, templos y muchos otros lugares, siempre y cuando hayas seleccionado el Circuito 2, el cual te permite acceder a gran parte de la ciudadela inca.
Por otro lado, también tendrás la opción de ascender la montaña Huayna Picchu, si tus piernas aún tienen energía, y disfrutar de una amplia vista de la ciudadela desde su cima; sin embargo, esta opción requiere del Circuito 3, por lo que se debe reservar con anticipación.
Caminata Salkantay a Machu Picchu 5 Días
Quedarás fascinado con las nubes que giran sobre los picos andinos, mientras los glaciares se asoman entre las alturas y antiguos senderos de piedra trazan rutas entre colinas y valles. La caminata de Salkantay de cinco días te lleva hacia escenarios históricos y paisajes cambiantes. El punto de partida es el Valle de Mollepata, escoltado por cumbres que alcanzan los 4,900 metros.
La ruta te llevará luego a bosques subtropicales, donde podrás saborear platillos típicos preparados por cocineros locales y pasar la noche bajo un cielo estrellado en el campamento Collpa Bamba, ubicado a gran altitud.
Tu acercamiento a Machu Picchu empieza en los dos días finales de la expedición, cuando inicias la Caminata Pueblo, cruzando cascadas y ríos de corriente intensa hasta llegar al pueblo de Aguas Calientes. Finalmente, disfrutarás una tarde completa para explorar la maravilla y recorrer templos y terrazas llenos de historia.
Caminata por Choquequirao
Atrévete a recorrer 58 kilómetros entre los altos Andes peruanos en esta experiencia llena de aventura. Durante cuatro días, atravesarás senderos que van desde cumbres envueltas en neblina hasta pueblos de estilo rural, con noches de campamento junto a ríos caudalosos como el Apurímac.
Tras dos días ascendiendo por laderas cubiertas de vegetación y admirando cascadas ocultas cerca de pequeñas comunidades, llegarás a las ruinas de Choquequirao, conocidas por sus amplias terrazas agrícolas que se abren paso en las laderas montañosas. Tu recorrido culmina con una visita a Machu Picchu, antes de regresar a Cusco para disfrutar de las comodidades de la ciudad.
Caminata de Lares a Machu Picchu
Explora los Andes peruanos y relájate en las conocidas aguas termales de Lares, punto de inicio de esta travesía por paisajes montañosos. Desde el comienzo, el sendero hacia el apartado poblado de “Cancha Cancha” presenta un desafío exigente, mientras te acerca a la vida rural que define la rutina diaria de esta zona.
Después, cruza el paso de Pachacútec, alcanzando los 4758 m.s.n.m. Al concluir el recorrido, te aguarda Machu Picchu, una ciudad única que se alza sobre las alturas de Aguas Calientes, accesible tras un breve trayecto en tren y autobús.
El mejor momento para visitar el Camino Inca y Machu Picchu
La época ideal para recorrer el Camino Inca y llegar a Machu Picchu es la estación seca, que va de abril a septiembre. Si planeas viajar en junio, te conviene reservar con anticipación los tours del Camino Inca, así como rutas como la caminata Salkantay o el recorrido por el Valle Sagrado hacia Machu Picchu, todos ellos escenarios espectaculares situados en los Andes, cerca de Cusco.
Durante junio, julio y agosto, la afluencia de turistas alcanza su punto más alto. Quienes prefieren espacios con menos gente pueden optar por mayo o septiembre, cuando el clima sigue siendo favorable y los senderos se mantienen más despejados.
Es fundamental recordar que el Camino Inca permanece cerrado cada febrero por labores de mantenimiento, por lo que resulta aconsejable planificar el viaje en fechas en que esta ruta esté disponible.