Como parte de una de las primeras máquinas de vapor del siglo XIX, el barco Yavarí simboliza uno de los atractivos turísticos más emblemáticos de Puno. Este ha estado anclado frente al hotel Posada del Inca desde 1862, año en que fue lanzado.
Desde 1998 comenzó sus funciones como museo. Apenas un año después, un ingeniero sueco se encargó de restaurar el motor, lo que permitió que navegara nuevamente hacia la península de Capachica, siendo su viaje más largo una travesía hasta Suasi, un punto cercano a la frontera con Bolivia.
Máximo Flores Flores, capitán del barco, recuerda los viajes con cariño. Menciona que las futuras rutas incluyen destinos como Urus, Amantaní y la península de Chucuito, con proyecciones a otras islas nacionales o bolivianas en el futuro.
El Yavarí podrá transportar hasta 40 pasajeros en viajes de ida y vuelta, además de contar con botes salvavidas para 16 personas cada uno. Esto permitirá que más personas conozcan esta joya histórica y promuevan la preservación del patrimonio náutico de Puno.
La historia del barco
Parte I – Nacimiento del Yavarí
En 1861, el Gobierno peruano, presidido por Ramón Castilla, ordenó la construcción de dos pequeñas cañoneras para el lago Titicaca. Gracias a los beneficios obtenidos por la industria del guano, el Gobierno estaba interesado en la explotación de recursos naturales en la zona altiplánica.
A través de la agencia Anthony Gibbs & Sons, el Gobierno encargó al astillero James Watt Foundry en Birmingham, Inglaterra, la construcción de los barcos. En ese tiempo, todo el cargamento debía ser transportado en lomos de mulas, ya que no existía una línea ferroviaria. Por ello, los barcos tuvieron que ser diseñados y construidos en piezas que no superaran los 200 kg, la capacidad máxima de carga de una mula.
Thames Ironworks and Shipbuilding fue subcontratada para construir los cascos de hierro del Yavarí y del Yapura.
El 15 de octubre de 1862, el “Mayola”, con ocho ingenieros británicos a bordo, tras haber cruzado el Atlántico y rodeado el Cabo de Hornos, llegó al entonces puerto peruano de Arica y descargó las cajas y partes del Yavarí y del Yapura. La Armada Peruana se encargó de transportar las 2,766 piezas y dos cigüeñales hasta el lago Titicaca.
Parte II – El Gran Viaje
Desde Arica hasta Tacna (a 650 metros sobre el nivel del mar), las cajas viajaron en la segunda línea ferroviaria más antigua de Sudamérica. En Tacna, las 2,766 piezas con un peso total de 210 toneladas fueron sacadas de las cajas y ordenadas para su transporte en el orden en que debían llegar a Puno. La ruta, diseñada para ser de solo 350 km, llevaría a los arrieros y porteadores a través del desierto, al Altiplano, pasando por altas cumbres en los Andes.
La entrega debía realizarse en seis meses. Según este plazo, los ingenieros que viajaron para reensamblar las piezas se adelantaron para construir la presa y la maquinaria necesaria.
Seis meses después, el contratista fue despedido, dejando piezas del barco esparcidas entre Tacna y Puno. Una serie de eventos parecieron conspirar en la entrega de las piezas: un terremoto, una revolución campesina y el intento de una segunda conquista de Perú por España. Se requirieron más mulas y 1,000 indígenas para terminar de transportar las piezas; para el 1 de enero de 1869, llegaron suficientes piezas para comenzar el trabajo.
Después de superar varios obstáculos, los ingenieros británicos y los trabajadores locales reconstruyeron el Yavarí poco a poco. El lanzamiento de la Primera Dama del Lago tuvo lugar el 25 de diciembre de 1870 a las 3 de la tarde. Su increíble viaje desde el corazón del Imperio Británico hasta el corazón espiritual del Imperio Inca había terminado. El Yapurá (rebautizado años después por la Armada Peruana como BAP “Puno”) siguió en 1873.
El Yavarí funcionaba con calderas que generaban 60 HP; se utilizaba excremento de llama para la combustión, ya que era imposible conseguir carbón en el Altiplano. También tenía velas auxiliares en dos mástiles.
Parte III – Actividad del Yavarí
Para 1890, el costo de la Guerra del Pacífico y la construcción de algunos de los ferrocarriles más grandes del mundo habían empobrecido a Perú. En lugar de un pago de la deuda, se formó la Peruvian Corporation como una empresa británica para operar los trenes y los barcos de vapor del lago. El YAVARÍ continuó con su servicio vital, proporcionando transporte para las exportaciones de la región y como enlace entre las comunidades costeras del lago.
Conocida como “la Peruana”, la Corporación decidió alargar el casco del Yavarí para tener más espacio de carga, y en 1914 reemplazó el motor de vapor por un motor semi-diesel Bolinder, un motor sueco de 4 cilindros que desarrolla 320 HP a 225 rpm. Este motor es el más antiguo de su categoría y tamaño que actualmente funciona, y se considera una pieza de colección. Su reparación y restauración se deben al apoyo y patrocinio de Volvo Perú S.A. y Atlas Copco S.A.
El Yavarí pasó por muchos cambios hasta que la Peruvian Corporation fue nacionalizada en 1975, convirtiéndose en la Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENAFER Perú), que entregó el barco a la Marina de Guerra del Perú y finalmente, debido a la falta de recursos, fue dado de baja.
Parte IV – El redescubrimiento del Yavarí
Fue en 1982 cuando Meriel Larken, una inglesa enamorada de Perú, descubrió este antiguo barco de hierro abandonado en un rincón del muelle de Puno. Ella pensó que había sido construido por el astillero Yarrows, fundado por su bisabuelo Sir Alfred Yarrow. Aunque no fue así, el valor histórico y el potencial para atraer la atención hacia una de las áreas más deprimidas de Perú la llevaron a encargar a la compañía Lloyds Condition Survey que evaluara el estado de conservación de esta joya de la ingeniería naval. La compañía encontró que, debido a la calidad del agua del lago y a la altura sobre el nivel del mar donde se encuentra, el casco de hierro estaba en excelente estado y la restauración era posible. En 1987 se creó The Yavari Project en Inglaterra y The Yavarí Association en Perú, y para reflotar esta maravilla, se compró a la Marina de Guerra del Perú.
Debido a la inestabilidad y la situación que atravesaba el país en ese momento, fue difícil comenzar los trabajos de restauración, pero a partir de 1990 esto cambió. Desde entonces se ha trabajado y se han hecho grandes progresos gracias al apoyo de amigos, patrocinadores y voluntarios.
Actualmente, el Yavarí está abierto al público como el Primer Barco Museo del Perú, por Resolución Directoral del Instituto Nacional de Cultura. La entrada es gratuita, aunque se reciben cordialmente donaciones voluntarias. Las visitas son guiadas en español e inglés.
Lago Titicaca
El lago Titicaca, a una altura de 3810 metros sobre el nivel del mar, es el lago navegable más alto del mundo. Tiene 176 km de largo y aproximadamente 50 km de ancho. Alimentado por ocho ríos, constituye parte de la frontera entre Perú y Bolivia. Las pinturas rupestres encontradas alrededor del lago muestran la vida de las culturas Colla, Lupaka y Pukara, así como una de las culturas más importantes de Sudamérica, Tiahuanaco (1500 a.C. -1000 d.C.).
También conocido como Lago Sagrado, Titicaca es el lugar de nacimiento legendario del Imperio Inca, donde el dios Wiracocha emergió de las profundidades para crear a Manco Cápac y Mama Ocllo en la Isla del Sol, una de las 30 que se encuentran allí. Su nombre tiene un profundo significado en la mitología local, derivado de la palabra aymara “Titi” que significa gato y “Caca”, una palabra quechua que se refiere a la “roca sagrada” encontrada en la Isla del Sol.
Sus aguas de color azul oscuro y totoras representan un hogar o refugio temporal para 60 especies de aves nativas y migratorias, 18 especies de anfibios y 12 variedades de plantas acuáticas.
El altiplano ofrece un paisaje hermoso y pacífico; sin embargo, no es el mejor lugar para los débiles de corazón. La vida puede ser dura para los nativos que han tenido que aprender a subsistir con los recursos que ofrece el lago. Los fenómenos climáticos de los últimos años han afectado la vida de muchos agricultores de las comunidades del lago, obligándolos a emigrar a Puno en busca de trabajo. El porcentaje de desempleo en Puno es alto, por lo tanto, cualquier proyecto que ofrezca la posibilidad de generar trabajo alrededor del lago Titicaca ayuda a contrarrestar esta situación. El Proyecto Yavarí ha estado promoviendo el desarrollo de la región.
Ubicación del barco
El Yavarí se encuentra en el puerto de Puno, en la costa noroeste del lago Titicaca. La ciudad de Puno, con una población de 230,000 habitantes, es el punto de partida hacia la Isla Flotante de los Uros, las islas de Taquile, Amantaní y Suasi.
Desde esta ciudad es fácil llegar a muchos sitios arqueológicos y culturales como Tiahuanaco, las chulpas de Sillustani y las notables iglesias mestizas-barrocas en los pueblos de Lampa, Juli, Pomata y Zepita.